Esta novela se podría considerar una de las más siniestras y horrorosas, si nos ponemos en el lugar tanto de los padres como de los niños que pasan por cada uno de los tormentos dentro de la casa, lo que comienza como un experimento social, termina en asquear al lector conforme avanza el libro.

Se encuentra nuevamente el poder del rico sobre el pobre, algo muy clásico dentro de las novelas, ya que se lleva a niños de escasos recursos teniendo una mayor certeza porque los hacen aspirar a cosas que generalmente no tienen, ¿qué niño rechazaría la oportunidad de estar en una casa sin supervisión y llena de juegos? Aunque también llena de impotencia la facilidad con la que los padres dejan que se lleven a sus hijos, aunque claro, es algo que no tan fácil pasaría en la vida real.

¿Quién habrá sufrido más? Los niños al sufrir la tragedia de cada juego que se les presentaba, o los padres al ser obligados a ver morir a sus hijos sin poder hacer absolutamente nada, aunque Playground refleja una historia meramente ficticia, se enfoca tanto en los detalles que si nos detenemos a pensar un poco en las cosas que se han vivido en la vida real, y darnos cuenta de que no es tan lejano como lo parece, si eres una persona sensible a estas lecturas podría llenarte tanto de miedo, que incluso el no terminar de leerlo podría ser la mejor opción.