Adicción Comunicación

¿Dónde lloran los ángeles? 

Debes estar cansado mi alado acompañante,
Has visto demasiado dolor,
Has recogido suficientes lágrimas,
Tantas que has ignorado las tuyas.
Es justo aquí donde la vida duele que me queda preguntarte
¿A dónde vas cuando lloras mi querido Ángel?
¿En dónde reposas?
Cuando tus llagas se abren y tus párpados se tornan en un diluvio más terrible que el de Noé
¿Qué haces con tus lágrimas? ¿Qué haces con ellas cuando han cortado tus mejillas?
Solo te queda sentirlas, atónito e impotente, incapaz de conciliarte entre tus polos, o eso supongo.
Estás tan solo y tan rodeado de gente que apoyas incondicionalmente , sin esperare un gracias o un abrazo a cambio, o eso veo.
Estás tan agobiado y cansado de pretender por designio divino, o eso siento.

Hoy te escribo porque creo que nadie más lo ha hecho,
Por eso hoy te escribo con la tinta de mis lágrimas, Ángel de mi Guarda.
Sé que hace mucho tiempo no hablamos,
Quizás fui yo quien dejó de hablarte,
Quizás fuiste tú quien decidió alejarse un poco.
Quizás fuimos ambos quienes se marcharon
Quizás ambos regresamos pero no lo notamos.

Por eso hoy, en tu cumpleaños decido escribirte,
Hoy un año más con colectiva soledad e insatisfacción,
Te dedico estas oxidadas letras para invitarte a
Encontrarme la próxima vez que estallen Sodoma y Gomorra dentro tuyo,
Hallarme cuando los muros de Jericó colapsen sobre tus alas
Buscarme en el momento cuando los leones te estén por devorar
Reunirte conmigo al segundo de que te partas a la mitad justo como el Mar Rojo.
Hoy va por ti, mi entrañable Ángel, que aunque las palabras se nos escapen a ambos deseo que podamos tener la suficiente tinta para retenerlas.
Búscame entre el Genésis y el diluvio, ahí tendrás un lugar donde llorar.