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En una noche de fiesta roja, el equipo juvenil del Toluca demostró que el futuro escarlata tiene cimientos sólidos. Con un contundente 4-1 sobre Bravos de FC Juárez, los Diablos se proclamaron campeones de la categoría Sub-23 de la Liga MX, dejando un global de 5-2 a su favor en el Estadio Nemesio Diez.

La escuadra dirigida por Carlos María Morales, el “Tanque”, cerró una campaña de crecimiento, esfuerzo y carácter, coronándose ante su gente, en el infierno que vio nacer a muchas de sus jóvenes figuras.

Con jugadores que ya comienzan a hacerse de un lugar en el primer equipo, como Isaías Violante y Víctor Arteaga, el Toluca fue de menos a más. El primer tanto llegó tras una jugada de presión alta que Oswaldo Virgen capitalizó de manera fortuita al provocar el error del arquero de Juárez. El 1-0 abrió la puerta a una noche soñada.

Antes del descanso, la balanza se inclinó aún más a favor de los locales con la expulsión del defensor fronterizo Ricardo Juárez. Ya con superioridad numérica, los Diablos no perdonaron. Isaías Violante amplió la ventaja al inicio del complemento, mostrando jerarquía y calma frente al arco.

El control del partido fue total, y al 68’, Alek Álvarez, con clase, selló el tercero con un zurdazo preciso. Aunque Bravos logró descontar por medio de Daniel Cárdenas, el espíritu ofensivo de Toluca se impuso hasta el final. Al 81’, Oswaldo Virgen firmó su doblete y sentenció el título.

El silbatazo final desató la alegría juvenil en la cancha y en las gradas. Jugadores del primer equipo, presentes en el Nemesio Diez, bajaron al césped para compartir el logro con quienes representan el porvenir del club.

La cantera escarlata dio un golpe de autoridad: Toluca no sólo piensa en el presente, ya tiene asegurado un futuro prometedor.