Los zoológicos en México deben dejar de ser espacios de explotación para los animales y de entretenimiento para las personas y ser transformados en santuarios o sitios que promuevan la conservación y protección de las especies, exigieron organizaciones de la sociedad civil.

La exigencia se da luego de que la organización mexicana Justicia y Dignidad Animal colgara una petición en la plataforma Change.org a fin de exigir el cierre del Zoológico “El Club de los Animalitos” de Tehuacán, Puebla, propiedad del Diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), Sergio Gómez Olivier.

La organización exhibió, en el documento colgado, imágenes de un ciervo rojo con un problema ocular y con signos de desnutrición. Incluyó también investigaciones y denuncias anteriores hechas a la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) y señaló las irregularidades existentes en los procesos de aseguramiento de más de 100 animales, por hacinamiento y faltas al trato digno; una clausura temporal por 2 años que registró el recinto; la renegociación de la clausura bajo la promesa de un cambio de ubicación en 24 meses y finalmente la reapertura del zoo en marzo del año pasado.

El pasado 3 de marzo, la Profepa informó que mantiene abierto el procedimiento administrativo instaurado contra “El Club de los Animalitos”, hasta que sea concluida la construcción del nuevo zoológico prometido por el propietario de la UMA y el Gobierno de Puebla.

La dependencia otorgó un plazo de 45 meses para reubicar a los animales e indicó que las imágenes presentadas por la organización civil son del año 2015, excepto la del ciervo. Sin embargo, en entrevista para SinEmbargo, Justicia y Dignidad Animal negó dicha información y aseguró que existe material fotográfico realizado por la agencia Tras los Muros entre finales de enero y febrero de 2017 donde muestra animales enfermos y con signos de zoocosis, además de jaulas en mal estado.

Líderes de distintas organizaciones se pronunciaron para exigir la transformación de los zoológicos. Aseguraron que la situación de los recintos es generalizada no sólo en el país, sino en el mundo entero.

Antonio Franyuti, director de Animal Heroes, subrayó la necesidad de cambiar la visión de los zoológicos y transformarlos en santuarios, unidades de rehabilitación o de conservación, y dejar de criar animales en cautiverio.

El activista señaló que actualmente existen alrededor de 100 zoológicos en toda la República Mexicana, con 20 mil animales en ellos. Criticó que la Ley General de Vida Silvestre, que a los zoológicos, “permite muchas cosas que no debería permitir, como el hacinamiento [...] y no dicta claramente qué es el trato digno y respetuoso, por lo que queda a criterio de los delegados de la Profepa”.
Por ello, señaló, es necesario modificarla para aclarar a qué se refiere la palabra “bienestar” y no caer en ambigüedades.

Víctor Hirales, presidente y fundador de Derecho Sin Fronteras, acusó que la situación de los zoos es generalizada en el país y en el mundo. Señaló que la principal característica de dichos sitios es sacar a los animales de su hábitat natural, lo que provoca un daño a las especies que son privadas de aplicar sus conductas naturales, “es un daño físico y psicológico”, dijo.

Denunció que “son negocios de tráfico, hay compra, venta e intercambio de especies. Los zoológicos son antagónicos a la conservación”. Por ello, urgió a que las autoridades trabajen en una política integral en materia de preservación y vida silvestre.

“Todos los zoológicos tienen que cambiar, es urgente que los zoológicos tengan reformas y cambios de vocación. Vemos indispensable que las leyes protejan los hábitats naturales, que se deje de pensar en colecciones de jaulas como son los zoos actuales, como contenedores de biodiversidad, la biodiversidad tiene su espacio y hay que protegerlo”, remarcó Mónica Lepe Aguilar, vocera de Justicia y Dignidad Animal.

Por su parte, Paulina Bermúdez Landa, directora Ejecutiva de Proyecto Gran Simio México planteó que la transformación de los espacios es viable, ya que algunos de ellos cuentan con infraestructura que puede ser muy útil para los animales y remató: “Los animales no son objetos, son seres que necesitan condiciones de vida muy particulares. Los gobiernos deberían estar preocupados por preservar los ecosistemas”.

Gracias a Sin Embargo, de ahí tomamos prestada/robada esta información.