De viajes y otros pormenores

Carla Valdespino Vargas

A quién no le gusta preparar una maleta dispuesto a dejar la cotidianidad y así descubrir nuevos caminos, olores diferentes… la fascinante sensación de estar en otro mundo, de recorrerlo al menos por unos instantes…

Viajar por tierra, viajar a otro continente, viajar por el país, viajar por mar, viajar a pie… Y en este ir y venir, Alejandro de Macedonia recorre Medio Oriente; el barco de Ulises navega por todo el Mediterráneo; Marco Polo se convierte en el puente entre Asia y Europa. Los Vikingos surcan los mares hacia América. Colón busca nuevas rutas interoceánicas y Vespucio anuncia que dichas tierras no son de Asia, son una porción de la cuarta parte del mundo, América. Cabeza de Vaca, después de un naufragio, recorre la Florida; Pizarro se aventura y conquista en el mundo incaico. Alexander von Humboldt recorre toda América en siglo XIX. Roald Engelbregt, sobre su navío Framm, llega al punto más lejano de la Antártida el 16 de diciembre de 1911. En 1947, Thor Heyerdahl, sobre su balsa Kon Tiki, cruza el Pacífico desde Callao, Perú hasta Raroia en La Polinesia. Amelia Earhart logra el primer vuelo transatlántico en 1932; Junko Tabei conquista el Everest en 1975 y con ello se posiciona como la primera mujer en llegar al punto más alto del mundo. En 2011, para recordar la travesía de Roald Engelbregt, Albert Bosch recorre la Antártida durante dos meses. Fascinantes viajes que han delineado al mundo lo han diseñado y le han dado sentido.

Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor de Gatopardo, recorre Europa durante cinco años. Sus pasos, los sabores, los filmes vistos (The Crowd) … lo registra en una serie de misivas a sus primos. Podemos adentrarnos a su experiencia en Viaje por Europa. Correspondencia (1925-1930).  A través de sus palabras podemos comprobar que hay viajes que sólo dan sentido a quien lo realiza: “Esta ciudad es la única capaz de suscitar las mismas emociones que la naturaleza; de hecho no es una ciudad, sino un bosque en el que junta a los tristísimos árboles también han crecido casas”

Di Lampedusa no realiza un periplo para dar significado a la humanidad, mas viajar por las páginas de este libro resulta una travesía que despierta nuestra imaginación sobre la Europa de entre guerras, sobre el surgimiento del fascismo italiano, pero también sobre los ricos pasteles de Riga.